En el entorno laboral actual, muchas conductas abusivas se han integrado de forma tan sutil y progresiva que ya no se perciben como problemáticas. Comentarios humillantes, exigencias desproporcionadas, falta de reconocimiento o desprecios recurrentes son ejemplos de lo que conocemos como maltrato laboral, una realidad que, al normalizarse, tiene consecuencias profundas sobre la salud psicológica de las personas.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el lugar de trabajo es uno de los entornos más importantes para fomentar el bienestar mental. Sin embargo, cuando este entorno se vuelve hostil, el impacto negativo es directo: el estrés laboral crónico puede conducir al desarrollo de trastornos como ansiedad, depresión, burnout o incluso estrés postraumático (OMS, 2022).
Cuando lo anormal se vuelve rutina
Frases como "mi jefe es así con todos", "en este sector es lo normal" o "aguanta, que al menos tienes trabajo" son ejemplos de cómo muchas personas minimizan o justifican experiencias de abuso. Esta forma de pensar contribuye a la internalización del maltrato como parte del rol laboral, dificultando que la víctima identifique la situación y busque ayuda. Un estudio publicado en el Journal of Occupational Health Psychology (Nielsen et al., 2017) señala que la exposición prolongada a acoso o maltrato laboral puede reducir significativamente la autoestima, generar síntomas de depresión y deteriorar la identidad profesional del individuo.
Efectos psicológicos y emocionales
En muchos casos, estas situaciones prolongadas pueden derivar en síndrome de burnout, un estado de agotamiento físico, mental y emocional causado por el estrés laboral crónico, que puede aparecer no solo por exceso de trabajo, sino también como resultado de un entorno hostil o de maltrato constante. Estos síntomas no solo afectan al individuo, sino también a la productividad, al clima laboral y a la cultura organizacional. Como señala la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo (EU-OSHA), los entornos que toleran comportamientos abusivos terminan generando un coste económico y humano considerable.
¿Por qué se normaliza el maltrato laboral?
Cuando estos factores se combinan, se genera una cultura donde el abuso no solo se tolera, sino que se reproduce.
Romper el silencio y buscar apoyo
El primer paso es reconocer que algo no está bien. Hablar de lo que ocurre con personas de confianza, documentar las situaciones vividas y, sobre todo, buscar apoyo psicológico profesional puede ser clave para salir del ciclo del maltrato.
Desde la psicología, trabajamos para fortalecer la autoestima, aprender a poner límites, validar el malestar y construir herramientas que ayuden a las personas a recuperar su bienestar emocional. Nadie debería vivir con miedo o sufrimiento dentro de su espacio laboral. Normalizar el respeto y la empatía es el primer paso para construir entornos saludables.
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