La familia son los brazos que nos acogen al iniciar nuestra vida, nos enseña a relacionarnos con el mundo y es una fuente de apoyo, cariño y protección.
Pero a veces aparecen dificultades y que nos producen sufrimiento, distanciamiento y problemas de comunicación.
Acudir a un profesional para pedir ayuda no es una debilidad ni un fracaso, sino todo lo contrario, manifiesta la fortaleza de esa familia que mantiene un deseo de mejorar y de entenderse bien.